- ¿Y entonces cómo nos encontraste? ¿Te topaste con alguna de las Voyager?
- ¿Qué son las Voyager?
- Unas sondas espaciales que se lanzaron en los 70s para visitar los planetas exteriores. Me acuerdo mucho porque de niño veía las fotos de los planetas en las revistas.
- ¿Entonces esas sondas tardaron más de 10 años en llegar a esos planetas?
- Emm sí, bueno, sí, a los más lejanos, Urano y Neptuno.
- En escala galáctica esas naves siguen básicamente pegadas al Sol. Era sumamente improbable que me las pudiera topar. Me enteré de ustedes por sus telecomunicaciones.
- Seguro te topaste con programas de televisión de los 60s.
- Me topé con mucho ruido. Solo que este ruido tenían patrones que no podían ser generados por fenómenos naturales. Lo que me sorprendió es que hubiera tanto ruido saliendo de un solo planeta y cuando entendí los patrones me sorprendió que gran parte de ese ruido era solo eso, información insignificante repitiéndose una y otra vez. Me fue difícil extraer información útil.
- Sí, la verdad admito que nos gusta el ruido. En las ciudades vivimos rodeados de ello y aunque tratamos de protegernos en nuestras casas de ese ruido, ahí también debemos tener algo haciendo ruido: la radio, la tele, la computadora...
- Como si continuamente necesitaran mantener saturados sus sentidos.
- No, yo creo que es por lo que implica estar en silencio.
- ¿Qué implica?
- Soledad.