Aniversario viene del latín anniversarius, "que se repite cada año". En todas las culturas siempre se hace algún tipo de celebración, fiesta o ceremonia para indicar que se ha cumplido un año mas de un evento relevante: el nacimiento de alguien importante o famoso, la fundación de una ciudad, la independencia de una nación, alguna batalla ganada, la ocurrencia de alguna catástrofe, un día dedicado a alguna deidad o el simple hecho de que se ha completado una vuelta mas al Sol. El año es la escala de tiempo mas larga que se puede medir directamente de la naturaleza y cuando algo se ha extendido por mas de un año, ya lo percibimos como un largo tiempo, sobre todo si es algo malo.
A partir del 8 de mayo del 2o23 la temperatura del mar empezó a tener máximos nunca antes vistos. Esta tendencia era aún mas marcada para la región del Atlántico norte. En el contexto del calentamiento global tener nuevos récords de temperatura no es algo inesperado. Lo inusual, es lo mucho que se empezaron a apartar estos máximos de récords anteriores. En la gráfica que corona esta entrada se puede ver la línea de temperatura diaria registrada para este año (en negro) comparada con la línea del año anterior (en rojo, creo, soy daltónico) y en gris están los demás años hasta 1979. La anomalía salta a la vista. Mientras que las líneas grises están empaquetadas alrededor de un valor medio, la línea roja se aparta con mucha diferencia hacia temperaturas altas y a lo largo del año nunca se acercó al resto de las mediciones anteriores. Esa tendencia se ha mantenido a lo largo del 2024 aunque ahora pareciera ir a la baja en las temperaturas.
No se sabe todavía con certeza que provocó este brinco, pero hay algunas ideas. El año pasado, se dio el fenómeno de El Niño. Este fenómeno se presenta como un aumento en la temperatura del océano Pacífico en una región alrededor del ecuador. Sin embargo, esto no explica porque gran parte del aumento en la temperatura del mar se concentró en el Atlántico norte. Otra explicación tiene que ver con un cambio en los combustibles de buques mercantiles. Estos solían emitir grandes cantidades de óxidos de azufre, los cuales son altamente dañinos para el ambiente y para la salud de las personas, pero, también bloquean la luz del Sol. Entonces, al pasar a combustibles que producen poco óxido de azufre, las zonas donde más circulan los buques, como el Atlántico norte, se vio más expuesto a la luz del Sol, aumentando así la temperatura. Si esa fuera la causa, primero, revelaría que los efectos del calentamiento global podrían estar enmascarados en otro tipo de alteraciones que nosotros mismos hemos hecho a la atmósfera y, segundo, que tampoco tenemos un entendimiento lo suficientemente completo para predecir las consecuencias a cambios que alteren la composición de la atmósfera. Precisamente un plan que se sugiere para combatir el calentamiento global es esparcir en la atmósfera compuestos químicos que reflejen la luz del Sol y así enfriar el planeta, pero ¿que efectos secundarios podría tener?
Mas preocupante que no saber las causas es no tener certeza de las consecuencias del súbito calentamiento del mar. Los mares sirven de contenedores y transportadores de calor, es decir, tienen la capacidad de absorber calor de la atmósfera en zonas calientes y llevarlas a zonas frías y viceversa. Pero si aumenta la temperatura del mar también baja su capacidad de absorber calor y esas corrientes se alteran. Así, se teme que una corriente que lleva calor del trópico hacia las costa de Europa puede colapsar y Europa sufriría inviernos muy crudos. Por otro lado, un mar caliente va a inyectar humedad a la atmósfera y esto es combustible para huracanes. Entre mas caliente esté el aire más rápido subirá por la atmósfera y mayor probabilidad de que el huracán alcance la temida categoría 5, con vientos de mas de 250 km/h de velocidad. Pero el mayor peligro es toda la humedad que puede contener un huracán. Una vez tierra adentro, pueden depositar muchísima agua en forma de lluvia, lo que se traduce en inundaciones catastróficas. Precisamente para este año se predice una temporada de huracanes de alta intensidad.
El clima del planeta está cambiando hacia territorio desconocido. Los esfuerzos por mitigar el calentamiento global han sido insuficientes. La cantidad de dióxido de carbono que seguimos inyectando a la atmósfera sigue en aumento y no se ve para cuando empiece a disminuir. Para países como México, altamente expuestos a las consecuencias del calentamiento global, el tiempo para empezar a adaptarse es ahora. Nuestro manejo del agua tiene que cambiar radicalmente, esto implica cambios profundos en la infraestructura no solo de la distribución si no de la colección de desechos. La forma misma en que construimos casas y oficinas ya no pueden depender nada más de instalar sistemas de aire acondicionado para combatir el calor, que además de consumir muchísima energía contribuyen al calentamiento mismo de la atmósfera. Pero lo más critico será nuestra agricultura. Ya no se podrá depender de lluvias estacionales y lo que cultivemos tendrá que ser pensando en sacar la mayor eficiencia al agua. Esto afectará directamente también la producción de ganado el cual ya de por si es poco sostenible.
El calentamiento global nos forzará a cambiar nuestra forma de pensar, nuestros hábitos alimenticios, nuestras costumbres, nuestras formas de vestir, de viajar, de trabajar, de comerciar y aumentará muchísimo el estrés entre comunidades y naciones. Los humanos presumimos mucho de nuestra capacidad al cambio, pero el cambio que se avecina es algo que ningún ser humano se ha enfrentado y nuestra tecnología no será suficiente. Ciencia y tecnología pueden tener muchas soluciones pero para que se implementen a la escala que se necesita se tienen que convertir en políticas públicas. La adaptación y la solución del calentamiento global es mas un problema social que un problema técnico o científico. Si hace décadas los que ostentan el poder (político y económico) hubieran hecho caso a las advertencias de los científicos hoy en día viviríamos en un planeta diferente. Ya estamos en un punto donde es inevitable sufrir muchos de los efectos del calentamiento global y tendremos que adaptarnos a ellos y tanto la mitigación como la adaptación implicará gastos, sacrificios y dejar atrás un modo de vida que fue el que precisamente nos llevó a este problema. Es como un enfermo de cáncer el cual tiene que hacer grandes cambios a su vida y sobrellevar tratamientos que lo harán sentir muy mal, como la quimioterapia, pero no hacer nada va a tener un peor desenlace. Los grandes cambios inician por primero aceptar que el problema existe y hablar de ese problema. El calentamiento global debe ser el principal tema en debates, desde los que se dan en comidas familiares hasta los debates presidenciales. Debe ser tema de conversación en salones de clases, iglesias, bares, restaurantes, clubes de lectura, cine clubes y cualquier tipo de reunión social. Entre más sea un tema que se hable y que nos preocupe mas difícil será para los que ostentan el poder ignorarnos.
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