... u otro inicio de semana?
En redes sociales un chiste recurrentes es el que ya todos los días son domingo. Cuando no tienes que salir o no hay algo que te marque el paso de la semana, como un trabajo, los días se parecen mucho entre si y son como un fin de semana prolongado. Podría decirse que es como en vacaciones, solo que en vacaciones precisamente lo que uno busca, es salir. El sábado, como hubiera sido en una semana normal, lo dediqué a limpiar mi depa: barrer, trapear y tallar. Hace una década hubiera postergado tal acción hasta que mi hábitat fuera indistinguible al de alguien con el síndrome de Diógenes. Afortunadamente mi gusto por el orden y la limpieza ha crecido mucho desde entonces. Por la tarde estuve haciendo timelapse (es solo acomodar la cámara y esta hace el resto del trabajo) y en la noche volví a hacer videollamada con mis amigos. Inevitablemente el tema fue coronavirus. Lo curioso es que cuando me preguntaron "y que cuentas de nuevo", no tuve mucho que contar. Los eventos de esta semana en mi vida fueron muy similares a la anterior, de hecho me recuerdan a la canción de Nine Inch Nails: Every Day Is Exactly the Same. Si no fuera por el calendario, lo que marcaría el progreso de los días son el número de contagios... y el número de muertes.
El domingo lo pasé entre estar sentado frente a la tele o estar echado en mi cama. De nuevo mi cámara estuvo trabajando haciendo timelapse. Sigo acumulando material, pero creo ya tener una mejor idea de que haré con él. Lo malo de dedicar un día a "descansar" en el mismo lugar en el cual uno intenta estar activo, es que se siente aún más el paso del tiempo y el encierro.
Hicimos el cambio de horario y ahora la noche llega una hora más tarde. Conforme nos vamos moviendo alrededor del sol, acercándonos al solsticio de verano, la noche llegará cada vez más tarde.
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